Cuando estudiaba Bellas Artes, teníamos una clase de escultura en la que nos pasábamos las horas muertas haciendo copias en barro de las esculturas clásicas griegas. Un día mientras estaba trabajando en un busto griego, se acercó el catedrático de escultura, me tocó en el hombro y mirándome fijamente me dijo: «Tú ves…» Después le dio dos caladas a su pipa y se fue caminando hacia su despacho.
En ese momento no entendí a que se refería con aquello de «Tú ves…», pero con el tiempo comprendí a lo que se refería y lo tremendamente importante que es para un artista «aprender a ver» .
Está claro que aquel catedrático no se refería a la capacidad visual que tenemos todos para poder ver todo lo que se presenta delante de nuestros ojos, se refería a nuestra capacidad para entender y comprender la realidad que nos rodea.
Cualquier actividad artística implica pensar, analizar la realidad que tenemos ante nosotros para poder comprenderla y entenderla. Solo así podremos hacerla nuestra e interpretarla acorde a nuestro particular modo de ver el mundo.
Cada uno de nosotros tenemos nuestro propio filtro, singular y único, que hace que la obra de unos artistas sea tan distinta a la de otros… aun partiendo del mismo motivo.
Como animadores tenemos que aprender a comprender la realidad que nos rodea. Cómo se distribuye el peso en una pose, cómo se equilibran las diferentes partes de la anatomía en el cuerpo, cómo se inicia el movimiento y por qué, qué pensamiento hay detrás de una mirada, de un gesto…
Saber ver implica pensar sobre lo que se ve, analizarlo y sobre todo, entenderlo. Solo cuando comprendemos los porqués de la realidad que nos rodea podemos reflejarla en nuestras animaciones. Saber ver no es algo que se obtiene mediante una técnica, receta o método. Tenemos que comprender las reglas, los principios que ordenan el universo que nos rodea y organizar esa información en nuestra mente, quedándonos con aquello que es esencial y despreciando lo que es superfluo.
Se que vivimos una era digital donde dibujar con papel y lápiz parece que queda relegado a los nostálgicos, pero yo os voy a recomendar volver a nuestros orígenes. ¡Vamos a dibujar!
Dibujar es el mejor método para aprender a ver y a entender la realidad. Un dibujo no son únicamente unos garabatos sobre un papel, es algo mas… El dibujo es el pensamiento en acción. Dibujar nos obliga a analizar la realidad que nos rodea, a entenderla, a sintetizarla y distinguir lo esencial de lo superficial.
Lo mas recomendable para un animador es dibujar con modelo (personas o animales). Nunca partáis de una foto o de un vídeo. La realidad tiene que estar ante nosotros, desnuda y sin filtros. Lo ideal es ir a una academia donde encontraremos el ambiente y la inspiración viendo trabajar a otros artistas, pero si esto os resulta imposible, podéis ir al parque, dibujar en el autobús o dibujar a la gente mas cercana.
Es importante que no hagáis dibujos muy elaborados, tratar de hacer dibujos que nos os lleven mas de 30 segundos o 1 minuto. Para ello ayúdate de barras de grafito, carbón o sanguina. Huye de lapices de punta afilada o herramientas de precisión que por su naturaleza te hagan caer en la tentación de dibujar los detalles. A mas gruesa y tosca sea la herramienta, mejor que mejor. No dibujéis caras, narices o dedos… Olvídate de los detalles y de todo aquello que es superfluo. Vete a la esencia de la pose, a sus líneas de acción, el peso, la expresividad del gesto…
Yo suelo utilizar una barra de grafito gruesa. A veces combino el grafito con un pincel y esencia de trementina para diluir los primeros trazos. Se consiguen dibujos muy expresivos y rápidos. En cuanto al papel, mi profesor de dibujo decía que el mejor papel era el que se utiliza para envolver el pescado. A lo que se refería es que no utilizáramos un papel caro, cualquier papel de un gramaje medio es perfecto. Utilizar un papel caro nos va a condicionar a pretender hacer buenos dibujos, nos dará pena estropearlo y al final dibujaremos con miedo. Hay que dibujar con total libertad, llenando el espacio con nuestros trazos, un dibujo detrás de otro. Piensa que lo importante no es el resultado, si no ejercitar tu mente para aprender a ver, a entender la realidad.
Cada dibujo no debe ser un intento de hacer una obra de arte, sino un intento de hacer vuestra la realidad que os rodea.
Albert Einstein dijo una vez: «Si no puedo dibujarlo, es que no lo entiendo»
Genial Maxi! Como siempre! Yo la verdad es que echo de menos mis clases de anatomía donde dibujábamos con modelo, con distintos tipos de materiales y con distintos tipos de papel. Eso me ayudó mucho a la hora de dibujar y de animar en 2D.
También he de decir, que desde que me he metido al 3D y le echo horas en el ordenador, he perdido ese contacto con el dibujo y mi mano ya no es lo que era. He notado que esas clases de anatomía me ayudan mucho a la hora de comprender las poses, pero creo que lo haría mejor si me pusiera otra vez a dibujar.
Tengo un libro que dice exactamente lo que has comentado tú aquí y recomiendo para todos aquellos que quieran aprender o volver a dibujar. Os dejo un enlace para que veáis cuál es:
EL PLACER DE DIBUJAR: LIBERA LA CREATIVIDAD QUE LLEVAS DENTRO
http://www.casadellibro.com/libro-el-placer-de-dibujar-libera-la-creatividad-que-llevas-dentro/9788479534264/794406
Un saludo!