Un buen animador tiene que conseguir dar la sensación de que su personaje piensa, porque la cámara tiene la capacidad de leer los pensamientos del personaje constantemente. Si nuestro personaje deja de pensar por un instante, parecerá como ausente y la audiencia lo percibirá inmediatamente. En ese momento el espectador desconecta y la ilusión del cine se desvanece… ¿Por qué?
ACTING & PROCESO DE PENSAMIENTO
Todas nuestras acciones se inician en nuestro pensamiento, valoramos todo lo que ocurre a nuestro alrededor según nuestra forma particular de ver el mundo y en función de lo que pensemos, provocará en nosotros una reacción emocional que nos impulsará a realizar algún tipo de acción.
Estímulo externo ⇒ Pensamiento subjetivo ⇒ Emoción ⇒ Acción física
Un ejemplo muy simple. Nuestro personaje esta en casa nervioso esperando una llamada comprometida y de repente suena el teléfono. Puede reaccionar de dos formas: Valientemente, se levanta y coge el teléfono. Cobardemente, se queda en su sitio muerto de miedo esperando que el teléfono deje de sonar y se acabe su tormento. En ambos casos, ante un estímulo externo que es el teléfono, el personaje reacciona según su carácter, valientemente o con cobardía. En ambos casos se producirá en él una emoción: Arrojo o miedo. Finalmente desencadenará una acción: Se levantará para coger el teléfono o se encogerá en el sofá tapándose los oídos con los cojines.
Suena el teléfono ⇒ Piensa quien le llama ⇒ Siente miedo ⇒ Se tapa los oídos con el cojín y no coge el teléfono.
Suena el teléfono ⇒ Piensa quien le llama ⇒ Se envalentona ⇒ Se levanta y coge el teléfono con firmeza.
Si nuestro personaje no funciona según esta mecánica, el espectador verá sus acciones forzadas y antinaturales, desconectará y se romperá la magia del cine. Existe una regla fundamental de acting:
Nadie se mueve sin una razón, sin un motivo para hacerlo y esa razón tiene su origen en el proceso de pensamiento.
Tenéis un ejemplo muy bueno en esta secuencia de Mejor imposible. Podemos ver como Jack Nicholson y Helen Hunt están comprometidos constantemente en un proceso de pensamiento activo. Hay momentos incluso en los que no hay diálogo, pero podemos realizar un seguimiento de lo que está pasando porque podemos leer sus pensamientos, sentir sus emociones y percibir sus acciones.
Si los actores no están comprometidos en un proceso de pensamiento la historia se cae a pedazos, de modo que antes de comenzar vuestro próximo acting recordad esta máxima:
ACTING IS THINKING!